Cada día se invierten miles de litros de agua en tareas de limpieza; en el Centro Universitario de Los Altos (CUAltos) se obtiene el líquido desde pozos que son nutridos por mantos freáticos de la zona; para atenuar esta necesidad, se investiga una forma de reutilizar esa agua con la aplicación de microorganismos que eliminen del líquido bacterias, levaduras, hongos y otros agentes que pueden ser nocivos para la salud.
La maestra Idalia de Jesús Ruiz García, profesora de este campus de la Universidad de Guadalajara (UdeG), encabezó un estudio para analizar la efectividad al usar bacterias para dar tratamiento al agua que se usa en la institución y así reutilizar el líquido para tareas de limpieza y mantenimiento.
Estas bacterias son microorganismos que pueden “devorar” agentes patógenos presentes en el agua, incluyendo materia orgánica, detalla la investigadora. Para este estudio, Ruiz García obtuvo estas bacterias gracias a una alianza con dos de sus exestudiantes de licenciatura, quienes las comercializan de forma industrial.
Ruiz García señala que en los alrededores de CUAltos existen ríos que nutren los mantos freáticos y superficiales; no obstante, el agua que llega a esos sitios atraviesa lugares donde se descargan líquidos derivados de actividades agrícolas y urbanas y que no son sometidos a los procedimientos de tratamiento para eliminar agentes patógenos antes de las descargas.
“Si podemos tratar el agua utilizada y vertida en el río que atraviesa el campus, sería posible darle un descanso a los mantos freáticos y seríamos capaces de reutilizar esa agua tratada con bacterias para los jardines, baños o limpieza. Estaríamos hablando de 60 o 70 por ciento de ahorro de agua”.
Amable con el ambiente de Los Altos
La maestra en ciencias sostiene que según las mediciones recientes que realizó junto con sus alumnos de la licenciatura de ingeniería en sistemas pecuarios, el agua que no atravesó el proceso de tratamiento correcto llegó a presentar un alto número de unidades formadoras de colonias (ocho UFC/dl), un factor que determina la cantidad de microorganismos vivos y nocivos.
Sin embargo, con la aplicación de estas bacterias hubo una disminución en ese indicador, con un registro de dos UFC por cada decilitro.
“En los resultados que obtuvimos vimos que bajó el número de unidades formadoras de colonias ya con la aplicación. Queremos continuar con el proyecto para sanear esa agua para poder reutilizarse y que esto sirva como modelo para que se replique en otros centros y poder utilizarla de forma inteligente y amable con el medio ambiente”.
Ruiz García menciona que posteriormente buscarán conocer la reacción de las bacterias en distintos escenarios locales, como en las granjas de producción avícola (una de las principales actividades comerciales de Tepatitlán), para eliminar la presencia de virus u otros patógenos que puedan comprometer la salud de los animales destinados para el consumo humano.
Por otra parte, la maestra Ruiz García señala que una desventaja es que estos microorganismos no pueden actuar en ambientes muy ácidos o en extremo alcalinos y tampoco tienen la habilidad de eliminar metales pesados en el agua, por lo que solo se le considera para degradar materia orgánica y nociva.
Fuente: conacytprensa.mx