La conservación ex situ es un proceso en el que se protege a una especie fuera del ambiente en el que habita. Este tipo de conservación puede realizarse protegiendo a los seres vivos en zoológicos, criaderos, acuarios y jardines botánicos; o protegiendo su material genético en laboratorios de cultivo de tejidos.
La conservación ex situ tiene como objetivo recuperar a una especie en peligro de extinción para su posterior reintroducción y evitar la pérdida de la diversidad genética. Esta estrategia suele emplearse como un recurso complementario a la conservación in situ.
Uno de los problemas de este tipo de conservación es que no todas las especies sobreviven al cautiverio o que mientras la especie no se encontraba en el hábitat, éste pudo haber cambiado de tal forma que a la especie le sea imposible reintegrarse al ecosistema.
Fuente: conacytprensa.mx