La firma holandesa Philips, conocida en el mundo entero por su negocio de iluminación y aparatos electrónicos, ha presentado una patente en la que describe la formulación necesaria para conseguir fabricar una especie de filamento de silicona para impresoras 3D, con el cual cualquier usuario podría fabricar piezas transparentes para productos de iluminación (este es el uso que quieren darle en Philips). Esta idea permitiría ampliar las posibilidades creativas, gracias a la libertad de geometrías que permiten en muchos casos los procesos de fabricación aditiva.
La patente WO 2016/134972 describe el método para fabricar objetos a base de silicona, mediante la deposición de gotas a través de inyectores -similares a los de las impresoras de tinta-, que son radiadas con luz ultravioleta para iniciar el proceso de polimerización de la mezcla -principalmente silicona y otros aditivos-, si bien en este paso, la polimerización no es completa, sí aporta al material la consistencia suficiente para seguir depositando capas superiores. Después de este paso se debe proceder a una segunda polimerización, en esta ocasión mediante aporte de calor, mediante la cual se consigue que el objeto quede completamente sólido, manteniendo propiedades de la silicona como su transparencia, resistencia química y térmica, aislante eléctrico o elasticidad.
Las siliconas son materiales que aún no se están usando de forma habitual en la impresión 3D debido a las dificultades que presenta su uso. Actualmente existe un importante desafío en cuanto a un desarrollo funcional y viable de un sistema que permita usar silicona como material de fabricación. Existen dos factores fundamentales que hacen que este material no sea tan usado en la industria aditiva, el primero sería el sistema de deposición del material, que ya ha sido fruto de varias investigaciones con métodos de inyección o de extrusión, y el segundo, la posibilidad de curar o solidificar cada capa antes de depositar la anterior, para que la forma del objeto se mantenga estable y el material no se esparza por los lados o se contraiga con el peso de las capas superiores. En el caso de la silicona, el uso de acrilatos que son la base de la mayoría de fotopolímeros usados en impresión 3D, no acaba de ser viable del todo, pues no se mezclan de una forma homogénea y el proceso habitual de curado por luz UV no es efectivo, además, en un uso enfocado a óptica e iluminación, el uso de estos acrilatos haría desaparecer las buenas características de la silicona para estos usos.
Con esta patente Philips introduce una posible solución al trabajar con este material en base al uso de pequeñas cantidades que, al recibir un curado por luz UV, tan sólo consiguen la consistencia gelatinosa suficiente para seguir introduciendo nuevas capas al objeto para, ya en pasos posteriores, proceder a un curado térmico que es el que da consistencia a todo. Sin lugar a dudas una apuesta más que interesante que ofrece un nuevo uso a este tipo de materiales.
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